sábado, 28 de marzo de 2009


TEORÍAS FIJISTAS Y MOVILISTAS

TEORIAS OROGÉNICAS.
Las teorías orogénicas sirven para explicar el origen de las montañas.
Contracción.
Cuando un planeta, se enfría, se forma una corteza antigua. Poco a poco se va enfriando y se contrae, como la corteza es lo único que está sólido, se pliega y forma las cordilleras. Según esta teoría las montañas deberían estar por todo el planeta, pero no es así. La altura que representan algunas cordilleras, de hoy en día, se tendrían que haber contraído mucho más, y, además, todavía hoy se está formando cordilleras.
Undación
Según esta teoría habría una serie de fuerzas cósmicas, que alteran el movimiento de las masas bajo la corteza, como resultado de esos movimientos, se producen abobamientos, que se denominan geodepresiones, o geotumores. Estas teorías son muy delicadas.
Corrientes de convección.
Se supone que en el manto se producen corrientes de convección. Los sedimentos de la erosión de la montaña, se depositan en la depresión. Cuando desaparecen las fuerzas frías y calientes esa depresión sube como un flotador en el mar. Objeciones, el manto es sólido y no se producirían corrientes de convección.
Deslizamiento por gravedad.
Es cuando se producen fuerzas de descenso o de alzamiento.
El principal problema de esta teoría es que sirve para explicar alguna de la cordillera que existe actualmente pero no todas, ya que las cordilleras de granito no se pliegan.
El fijismo o teoría fijita

Es una creencia que sostiene que las especies
actualmente existentes han permanecido básicamente invariables desde la Creación. Las especies serían, por tanto, inmutables, tal y como fueron creadas. Los fósiles serían restos de los animales que perecieron en los diluvios bíblicos o bien caprichos de la naturaleza
El fijismo describe la naturaleza
en su totalidad como una realidad definitiva, inmutable y acabada.
Teorías movilistas
Se conocen como teorías movilistas aquellas que afirman que la Tierra
se mueve horizontalmente.
Estas teorías explican la formación de las cordilleras en función de las consecuencias del movimiento horizontal de bloques de la corteza. El mayor problema para adoptar esta teoría fue el demostrar realmente la posibilidad de este tipo de desplazamientos y el mecanismo que los podría mover.